Te llamo para saludarte por tu cumpleaños y me contesta una voz de pasto, de arcilla; una voz que, lamentablemente, ha tomado el lugar de tus antiguos cascabeles.
Me hablas de miomas, de sangre, de pruebas, todo con el mismo hilo de pasto del primer aló. ¿En qué jodido momento nuestros saludos de "¡cuenta todo y exagera!" se convirtieron en esa masa boba de sonidos y palabras arcillosas que me recibió cuando marqué tu número?
¿Dónde está la loca del demonio que irrumpía (porque tu nunca "entrabas" en ningún lado, ¡tu irrumpías!) en casa trastocándolo todo en una orgía de risas estruendosas y megaplanes de diversión? "Qué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita de junco y capulí ..."
A veces uno no siente el paso de la vida, y congelamos momentos creyendo que no se notará. Que la cámara continua mezclará suavemente los fotogramas que guardamos en la refri. Que lo virtual le ganará a lo real y que no hay nada que procesar porque la moledora existencial ya se encargó de hacerlo por nosotros. Pero cuando retiramos el pastel del horno sólo encontramos piedras calientes.
Hoy cumples algunos años más que yo, en una vida que le lleva mínimo tres reencarnaciones a la mía. Estás sola y no te sientes bien. Qué buena mierda, carajo.
Y la mañana estaba tan linda...
8 comentarios:
Sí pues, a veces la vida apesta. Animo! Que las piedras se conviertan en tiernos muffins.
Oh! gracias Anónimo!!! esos muffins se adivinan taaaan tiernitos!!!!
Excelente percepción
Ay! desde aquí puedo espiar la escena... una delicia tu post.
(Es que duele descubrir cuántas de esas fotografías ya tiene más años de los que recordamos)
felicidades. escribes bien.
Identifiqué mi situación actual con mi mejor amiga... buen post
A veces uno quisiera que los demás hubieran tomado caminos mas floridos y soleados... pero bueno, eso escapa a uno. No queda mas que un abrazo.
A veces quisiera uno que los amigos hubieran tomado caminos mas soleados y floridos, pero bueno... eso escapa a uno mismo.
No queda mas que un abrazo.
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