No es que tenga la soberbia de ignorar el temor que genera en algunas personas las profecías de los mayas y demás hierbas, no. ¡¿Quién soy yo para pretender tener la razón en ese entuerto cósmico, o lo que sea?!
No sé qué michi haré el 21 de Diciembre. No tengo planes de hacer testamento, en primerísimo y único lugar, porque no tengo nada que heredar.
Al diablo con el fin del mundo, esa no es la hecatombe del año que me aterra.
Este año, en el mes de Setiembre... cumpliré una cifra grosera de años. ¡Una cifra obscena de años!
¡¿En qué puto momento pasó todo esto?!
(Aaaay! profundo lamento)