martes, 27 de julio de 2010

A pocas horas ...


... de la llegada del día de la Patria, unas breves líneas.

Acercándose a la mayoría de edad (el Bicentenario!) el guapísimo adolescente llamado Perú, se dispone celebrar un año más de vida (y, cielos, qué vida!!).
No sé si es sólo percepción mía pero lo siento más optimista que nunca.
¿Será que por fin se acerca a la edad en que dejamos de maletearnos y comenzamos a apreciarnos un poquito?

La mañana comienza y el Niño todavía duerme sus vacaciones, bien arropado en la infancia, mientras yo reviso por enésima vez la receta que el Hombre me dejó para la noche. ¿Finalmente venceré el miedo de exponer mis limitadísimas artes culinarias, en la pasarela gastronómica de la Noche de la Comida Peruana? Desde el face me alientan y me siento envalentonada ... pero también intimidada, todo el mundo vendrá con sus mejores recetas, el Hombre no tuvo tiempo de cocinar y a mi me mata dejar el nombre de mi reino por los suelos. ¡¿Dónde carajos está Gastón cuando se le necesita?!

No hay tiempo! el Niño despertó y el desayuno reclamó (por Tutatis qué métrica!) ni modo, haré lo que hago siempre: Vestida con mi mejor actitud, me lanzo a los leones!

... y que Viva el Perú, carajo!!

martes, 18 de mayo de 2010

Gerundios


Tomando desayuno en el barrio chino: siu mai, chancho crujiente (nunca recuerdo el nombre!) y haaaarto té jazmín; tropezando con "el" pantalón en una galería de Capón (y el Hombre apresurándose a comprármelo, cómo lo amooo!); buceando por libros en Quilca (con terror cada vez que él se acerca a "otro" de cocina!), escogiendo blu-ray(s) en Polvos para verlos luego abrazados en el sofá, mientras el jefe-niño atormenta a sus profesoras en el cole y nos da un descanso a nosotros (Uf!); irritando con nuestras sonrisas jojoletas a los inquilinos temporales del centro, esos que están ahí por trabajo, mientras que nosotros caminamos besándonos, admirando edificios, plazas y faroles; comprobando que mi mano encaja a la perfección en la suya ... y que, a pesar de los dieciocho años juntos, o talvez gracias a ellos: no hay otro lugar en el mundo que a su lado, otra compañía que la suya, otra prioridad que nuestra pequeña historia.


"Monday, monday, so good to me!"

miércoles, 28 de abril de 2010

Un paseo por las teclas

El calor agobiante va cediendo su lugar a las mañanas frescas y las tardes de mangas largas de algodón. Felizmente el sol, con todo lo estridente que lució en verano, no ha dejado el estrado y se impone todavía a la panza de burro hibernal.
Lo cierto es que tanto deslumbre ¡ya me tenía cojuda! ... sí, más!

Habiendo retornado a la posesión de mi tiempo matinal y con tanto rollo en el cerebro que, pobre, todavía no termina de procesar algunos escollos y tanta letargia estival, heme aquí (aquí heme, camotillo!) conduciendo mis pasos sonámbulamente hacia el tecleo banal, haciendo eco al inmenso espacio que rodea mi neurona; hija única, engreída, pretenciosa, dueña y ama del universo que la rodea.

La mañana recién comienza, es hora de tomar la primera taza de café.
¡No tan amargo por favor!