Desde la primera Navidad con el niño instalado en nuestras vidas, imaginé llevándolo a la función de Navidad de Cascanueces. Mientras él iba creciendo, me decía a mi misma "el otro año será, ahora es muy pequeño", y así lo fuimos posponiendo hasta el año pasado, cuando le propusimos llevarlo al ballet, "Vayan ustedes", nos dijo muy tranquilo. Confieso que esperaba todo, menos eso.
El Hombre me dijo que lo tomara con calma y que a medida que se acercara la fecha se animaría.
No fue así. Resulta que el niño descubrió que me interesaba demasiado su compañía en el mencionado evento y por todos los medios comenzó a jugar con mis ansias (¡y después dicen que somos las mujeres quienes llevamos esa fregadera en el ADN!). Lo intenté todo, "mi amor, ¿recuerdas a "Mickey y el Cascanueces?", le pusimos el DVD del ballet y nada. La música, nada; el niño seguía diciendo "mejor vayan ustedes". Hasta cometí el error de mencionar la película de su prima: Barbie y el Cascanueces, ahí si que la negativa se puso cuasi-definitiva, big mistake!
Un día muy cercano a la Navidad y casi sin esperanzas de ir (porque no me interesaba ir sólo con el Hombre, ¡la gracia era llevar al enano!), estando de compras en un supermercado, vimos un precioso Cascanueces de madera. Llevaba su uniforme impecable y un tambor, revisándolo, descubrí encantada que era musical. Era demasiado y fue amor a primera vista. Compramos dos (¡estaban dos por uno!) y recuerdo que salí de la tienda con la sensación de habérmelo robado, no sé porqué. Llegando a casa separamos el que íbamos a regalar y pusimos el mío en la mesa.
Cuando el niño lo vio, supe inmediatamente que nos acompañaría.
El gran día llegó y después del almuerzo navideño con la mamá del Hombre (la Nochebuena cenamos con la mía, siempre, y así no hay dramas: todos contentos) , nos acompañó Josefina (prima del niño, hermana de leche para mayores señas y por ello considerada la hija mujer que no tuve), yo no podía estar más emocionada.
Todo salió estupendo. Los niños no pudieron portarse mejor (¡en realidad si pudieron, pero no hubiesen sido ellos!), la función estuvo deliciosa, encantadora, perfecta.
Mientras se levantaba el telón, mis latidos competían con la música tan maravillosa, el Hombre me veía y seguramente pensaba, como siempre que me ve radiante, "¡qué barato es hacerla feliz", y aunque no siempre es así (¡lo de barato!) yo diría que, casi.
-"Mamá, ¿por qué no hablan?"
-(con un hilo de voz) porque es un ballet, ellos se expresan bailando ... shhh!
- ¿no pueden hablar?
- ... shhh! ... no, ¡no pueden! ...
Entonces el niño, volteando hacia su prima y con toda la autosuficiencia en la voz, le dice, lo suficientemente alto como para que lo escuchen hasta el Municipal (¡estábamos en el Segura!):
- Ah! son discapacitados!
Risas ahogadas a nuestro alrededor, y yo con la alegría ahogada en el alma: por fin había visto Cascanueces, en el Municipal, en la función de Navidad, y con mi propio cachorrito humano.
***
(Lo encontré arrinconado por los apuros del fin de año y las vacaciones)
10 comentarios:
Qué ilusión tiene que hacer eso de compartir con tu Hombrecito aquello que a ti te hace vibrar. Por lo que veo, el nene sabe manejar muy bien los hilos de los afectos, jejeje...
Un abrazo desde el otro lado del mundo
yo hubiera soltado la risotada ahi nomas delante de todo los espectadores del casacanueces, q risa
Die Crackernut
¿Y cuantas nueces se comieron?
Supongo que le habrán dado uso al cascanueces.
La navidad y el año nuevo pasaron, nunca armamos el árbol, ni pusimos las luces, ni la corona, todo ha sido demasiado rápido, en fin, como proclama U2 "nothing changes in new years day"
Estoy viendo "The Remains of The Day", Lord Darlington me hace recordar a mi romántico padre.
Saludos,
Raúl De Usvult
*CaoS,
no sabes los rollos que arma el niño con aquellos hilos ...
Abrazos!
*Damian,
mi risotada fue para adentro, con las ocurrencias del niño ya estoy entrenada.
Felicitaciones por el regreso a las aulas, bien!
;?)
*Barón,
el cascanueces es musical y ese es el uso que le damos, el próximo año veremos ...
¡No puedo creer que te pasaras las fiestas sin árbol!
The Remains of The Day, es una de mis películas favoritas!! la puedo ver tooodo el tiempo, y, sí puedo imaginar (por las referencias en tus extrañadísimas cartas) el parecido.
Besos!
jajajaja...imposible aguantarse la risa!!!!
Es un riesgo llevar a niños a ese tipo de espectáculos pero felizmente se portaron "bien"
Me vaciló la frase "que barato es hacerla feliz"
ja ja ja
jajaja cosas del ingenio de los niños. no podras negar que valio la pena esperar para ir con él
hola! primera vez por aqui y me atrapo tu historia porque soy fanatica de esa obra, tambien sueño con poder ir a verla con mi duende en navidad!... ahhh,pero esta tan loquito todavia (3 años)! cuantos años tiene tu hijo?
MeloMona
¡Un cascanueces musical!
¡Que bacán!, me imagino la tonadita, en las bucólicas tardes limeñas frente al parque, nada más propicio para un hogar, un hermoso recuerdo que el hombrecito siempre tendrá presente.
Yo conservo un reloj musical de bronce tan antiguo como la hora, herencia de mi amada abuela, en la parte de atrás tiene una manija qe sirve para darle cuerda y un botón para programar la hora de la alarma, sin embargo puedes escuchar la tonadita a gusto "Die Fledermaus" de Strauss
En cuanto a la parafernala navideña, si pues, fue algo increible :(
¡Jajaja! Lord Darlington luce un tweed como el de mi padre, hasta en eso se parecen, siempre modositos y propios, algo distantes pero cálidos, ya te contaré más.
Raúl De Usvult
(Desde una minúscula cabina, en las vacaciones.)
*Pollo,
Imposible!!!!
Saludos
(pucha! ya me provocaste ya sabes qué ja ja ja)
*Renzo,
se supone que es un espectáculo apropiadísimo para niños, pero claro, siempre hay riesgos.
(al Hombre también le vacila aquello de la baratura ...)
;?)
*Digler,
créeme: lo valió todo!
besos!
*LunaHappy,
bienvenida!! y vuelve cuando quieras.
El enanito tiene 8, creo que todavía tendrás que esperar, pero no dejes de probarlo, aunque te "atraque" sólo una vez.
Abrazos!
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