Por la estupenda Ceremonia que me devolvió, en empaque inmejorable, a Billy Cristal. Porque nadie podrá negar que lo mejor que pudieron hacer (en aaaños!) fue escoger a mi adorado Hugh de anfitrión, era el toque que le hacía falta (a gritos!!) a la desgastada gala, esa chispa que Billy se llevó y nadie más pudo encender. Fue encantador su número de inicio, el hombre tiene ese carisma que sólo los grandes actores pueden pasear por cualquier escenario, ese Broadway que se hacía extrañar tanto, tanto. No puedo escribir más de Mr. Jackman porque sonaría a fan enamorada (que lo soy!) y es que me quedaría corta ante tanto despliegue de talento, y como si fuese poco: es guapísimo el desgraciado!!
Confieso que anoche estuve completamente eufórica, ¡creo que me gustó todo! Porque al margen de la elección de los ganadores (que se sabe: ¡nunca estaremos de acuerdo al 100%!) el show es tan protagonista como los premiados y este estuvo impecable. Me gustó especialmente la presencia de anteriores ganadores para la presentación de los premios a mejor Actor y Actor de Reparto. Parecía una secuencia de "Esta es tu Vida" que daban en la prehistoria de la tele (a ver si alguien se acuerda...), con cada presentador esforzándose por ver quién sacaba más lágrimas de su presentado, un toque emocional realmente efectivo, porque ya me hubieran visto a mi, emocionadísima, con la mano en el pecho, escuchando cada una de las palabras que salían de la boca de una estrella como si para mi fuesen dirigidas, Ay!. (al que se le ocurrió la idea deberían premiarlo también!).
Como en los viejos tiempos, cuando la Ceremonia contaba con la traducción aquí en Perú de Mr. Ludmir, fuimos testigos de un número de baile a lo Hollywood, que, de haber estado en el teatro, me hubiera levantado a mi del asiento para aplaudir (lo que no dejé de hacer en mi sala, por supuesto!) me pareció muy mezquino que la gente no se ponga de pie para aplaudir algo que no se veía en años y que quedó tan espectacular (buena, Lurhmann!), en fin!
¿Cómo me fue con la apuesta? ¡Gané! (creo que el top de lentejuelas y los zapatos dorados me trajeron una suerte maldita, porque arrasé!). Y aquí debo hacer una pausa para resaltar el estoicismo del Hombre ya que se trata de la apuesta número cuchumil que gano (je je) y de paso soltar un suspiro de alivio porque el Hombre apostó algo que está reñido con los derechos humanos de las mujeres en la mayoría de paises civilizados, Uff!