lunes, 30 de marzo de 2009

Esto no es sobre reggae

Luego de un fin de semana en el que descubrí que soy la que estaban buscando: ¡A mi no me gusta D´Onofrio! , (¡especialmente después de corretear en vano a una docena de heladeros porque mi enano sí creyó en el comercial!) y en el que también le dimos al ambientalismo apagando las luces y saliendo al parque para luego cerrar el evento con conversa de a tres en la sala iluminada con todas las velas que encontré (lo que aumentó el calentamiento, no sé si global pero si corporal!) y un pequeño festival de cuentos de terror ... (buuuuuh!) , terminamos la jornada viendo una peli que casi pasa desapercibida por mis antenitas de vinil: Marley y yo.

Una pequeña delicia.
Para comenzar: yo jamás podría ser crítica de cine. Para mi las películas son instrumentos que mueven los hilos de mis emociones, en el nivel más primario. Soy el tipo de espectador que se las cree todas, todiiiitas. Es por eso que no me considero cinéfila, soy de las otras: del grupete de las cinemeras. Con canchita y combos, risas y lágrimas sin roche, una vergüenza para cualquier despistado acompañante. Felizmente el Hombre no lo es. Él se solidariza conmigo y enjuga mis lágrimas, espera pacientemente que se acaben los créditos que no me resigno a perder y después, en casa o en algún café, escucha con interés todos los argumentos que la lluvia ocular se encargó de anticipar en la sala oscura.

Marley me sorprendió, esperaba cualquier cosa menos ese tratado sobre el amor incondicional (no hay otro más incondicional que el de los perros por sus amos, hasta las madres nos cuestionamos a veces, si no que lo diga el personaje de Jennifer Aniston que me hizo sentir menos sola en este mundo, Ufff!) y la crisis de los cuarenta con sus cuentas pendientes, postergaciones y renuncias con o sin culpas (tu eliges), la búsqueda de equilibrio entre tu trabajo, tu pasión y tu familia. ¿Se puede tener todo?, ¿se debe querer todo?
Podrías tener el perfecto trabajo, la perfecta familia, ¿por qué no la perfecta crisis?.
¿Se puede ser feliz dejando a los chicos en casa mientras desarrollas una brillante o mediocre carrera?, ¿puedes quedarte en casa, estar para tu familia y quemarte por dentro por todos los proyectos profesionales que dejaste a un lado?, ¿por qué cuesta tanto escoger, por qué tendríamos que hacerlo?

La vida no es fácil en ningún lado, así tengas la mejor de las vistas al abrir tu ventana, qué sé yo: el sol de Florida o los colores del otoño en Philadelphia, o talvez la cara agria de tu vecino con construcciones sin terminar por doquier, en un barrio cualquiera de Lima; la vida está del otro lado, tan cerca como tu familia, tan lejos como tus sueños. Es inútil mantener la constante pregunta ¿cómo sería si ...?
Quizá lo único que nos salve sea encontrar esa persona para la que seamos "extraordinarios" y encontrar "extraordinaria" a la persona que elegimos.
Querer como perros, que le dicen.

7 comentarios:

Damian dijo...

marley me gusto pero no mucho te dire, te identificaste con j. aniston, debe de llegar esos momentos en q puedes explotar con todo a pesar de lo q los adoras,

Raymunde dijo...

No vi la peli, pero me gustaría hacerlo. Aunque es verdad que tu comentario es mejor que cualquier película. Verás, a mí me pasa como a ti: son mis emociones quienes deciden si una peli está bien o no. La razón viene por detrás y no tiene ni de lejos la misma fuerza que los afectos.

Y bueno, sí, encontrar nuestra mitad extraordinaria. Hace un par de días, una amiga me dijo esto: "Lo que es bueno, viene con paz". Era su manera de ayudarme a hallar el camino hacia mi mitad. Me hizo pensar mucho y creo que tiene razón.

Bueno, no voy a divagar más :P.
AbrazoS

ando... dijo...

Buena!

La conclusión sobre todo, o que Totta y Sabrina digan lo contrario.

Un abrazo.

Unknown dijo...

el hubiera no existe...

besos!

Lu dijo...

Fabulosa querida,

Te cuento que fui una de las ilusas que cayón con la publicidad engañosa de Donofrio, pero ni más. Artika corazón!

Te cuento también que me mudé a mi casa propia, una de MiVivienda no más, jajaja, mentira me mudé a loft enorme (mi propia web). Te invito a pasar por ahi y quedarte, hay mucho espacio y mucho cariño. Te pido puedas cambiar el enlace que tienes de mi blog por mamadedoschancletas.com

Un abrazo enorme,

Lu
Mamá de DOS chancletas

Unknown dijo...

eres de las estafadas con la promo de donofrio, mucha gente se ha quejado, y creo q es normal sentirse asi en un matrimonio, no todo sera color de rosa, pues sino no tendria gracia , ni apreciarias los buenos momentos

Rolando Escaró dijo...

yo creo que debemos experimentar todas esas emociones (alegrías,dudas,frustraciones) para darnos cuenta que seguimos vivos. eso si, sin quedarnos encapsulados en una de ellas. el inconformismo suele ser el impulso que se necesita para cambiarlo todo.

yo tambien me uno a los miles que se sintieron estafados con los helados esos