... que sólo los niños y los imbéciles son felices. Mmm...!
Al parecer este 28 nos está agarrando en una onda de imbecilidad harto sospechosa, según últimas encuestas la gran mayoría estamos orgullosos de ser peruanos, el horizonte nos parece propicio y la buena suerte echada está. En otra encuesta, los jóvenes se sienten en buen porcentaje: felices. El país está pasando por un momento de estabilidad de gobierno y crecimiento económico casi históricos, y si Caballo Loco no la friega, casi no habría forma de pararlo.
En macro la cosa, al parecer, no podría ir mejor, el problema es que en micro (o en el micro, que viene a ser lo mismo!) esa bonanza de la que, con tanto ánimo, hablan los expertos, no sé ... como que no se siente ... ¿no?
Cuando veo con espanto los entuertos de la clase política nacional ( tan carente de , precisamente eso: Clase!) no puedo más que estremecerme y sentir la sombra del destino volando sutilmente sobre mi cabeza, una sombra con olor a rapiña. Qué antiguo sacrilegio impregnado en nuestro ADN nacional, estaremos pagando para ver con estupor la cantidad de impresentables que peligrosa e irresponsablemente juegan con nuestro destino todos los días (o casi, porque faltan también con una conchudéz digna de bataclana alucinando homenaje patrio!) y sólo me estoy refiriendo al congreso. Después del arreglo entre apristas y fujimoristas, a mi me queda la impresión de que algo se va a desarreglar por ahí. No sigo por este derrotero porque corro el riesgo de echar a perder la celebración que con tanto entusiasmo estamos preparando para recibir esta noche el cumpleaños de la Patria.
Así como nos preparamos para celebrar el cumpleaños de nuestros hijos, esta noche nos juntaremos en torno a una mesa bien servida y le cantaremos el sapo verde al chiquinviejo que funje de nuestro País, y así como decimos de nuestros hijos: que son los más lindos y los más brillantes, así festejaremos a este guapísimo adolescente llamado Perú.
Porque así somos, vivimos buscando excusas para ser felices ... o imbéciles ... o niños!
Feliz 28, y que Viva el Perú, carajo!!
4 comentarios:
Sí, festejamos un año más de ese bombachudo y torpe joven llamado Perú.
Rapidito, antes de que comience lo inevitablemente aburrido: Te deum, Mensaje, desfile!!!!
Feliz 28 Raulín!!
Shaaalú! hic!
¡Feliz 28!
La felicidad es un estado de ánimo pasajero, una emoción que estimula nuestro ego y creo que depende del criterio y entorno de las personas, por ejemplo yo soy feliz, completamente feliz, cuando diseño, cuando leo, cuando escucho música, cuando compro algo que necesito y que me gustó a primera vista, en fin, algunos son felices teniendo un plato de comida abundante, otros compartiendo con los que menos tienen.
Según el RAE, imbécil es aquella persona falta de razón, no comprendo como alguien irracional puede ser feliz, para ser feliz hay que disfrutar de lo que te hace feliz, y para esto es necesario ser racional.
Dios a la gloria le cambió de nombre y le puso Perú, ese es el sino de nuestra patria, la gloria, desde su fundación ha sido así, hay infinitas páginas teñidas de esa majestad como también las hay de ominosa irracionalidad.
En nuestra vida repúblicana el periodo más siniestro que nos tocó vivir ha sido entre 1968 a 1990, 22 años de oscurantismo que le hicieron un daño casi irreparable a nuestra nación, ni siquiera la Guerra del Pacífico nos dejó tan quebrados y llenos de odio y resentimiento hacia nosotros mismos.
Mi posición política es conservadora, inclusive la definiría como de "ultraderecha", no creo en la democracia, al menos no en este momento político, pero, como cualquier persona ilustrada, permito ciertas excepciones, siendo la libertad individual el fin supremo de toda nación acato eso a regañadientes, no obstante no dudaría un ápice en aplastar cualquier intento de rebelión en contra de lo establecido, como lo que sucedió en Andahuaylas, Moquegua o Puno, pero hay que colocarse al "otro lado" y escuchar, dialogar con aquellos que ni siquiera son reconocidos por el estado, a los que "no existen".
Esas cosas son el resultado de 22 años de mal gobierno, mejor dicho esos 22 años fueron la gota que derramó el vaso de la antigua república aristocrática y gobiernos oligárquicos muy aceptados por nuestros abuelos y ancestros, no obstante, es necesario que el gobierno sea ejercido por pesonas capaces.
Nuestra nación, como bien afirma Mona, es adolescente, y como tal debe ser corregida antes que pierda el rumbo, estoy convencido que desde 1990 hasta la fecha los actos de disciplinar a este ser adolescente han ido sumando puntos, si bien es ciero la bonanza económica aún no se hace sentir en los sectores pobres, en la clase media y alta esto ya es una realidad, y ya que menciono esto, ¿Que se quejan los pobres si lo tienen todo gratis?, invaden terrenos privados, el estado les otorga títulos de propiedad e inmediatamente coloca redes de luz, agua y desagüe, luego les construye vías de acceso, ¡hasta préstamos de vivienda les dan! los cuales no devuelven y un sin fin de etcéteras ¿De qué se quejan?, y lo peor de todo es que el dinero para construir toda esa horrible maraña de asentamientos humanos que continúan afeando nuestra ciudad sale de nuestros bolsillos.
Siempre existirán los pobres, en mayor o menor proporción, pero siempre, eso es tácito, la única manera de salir de la pobreza es a través del trabajo, del esfuerzo, y es ahí en donde el estado debe poner más empeño, dar mayor educación, la educación desde la primaria hasta los estudios superiores debe ser reforzada en los sectores pobres, el estado debe entregarles las herramientas para crear riqueza y no crear más mendigos, y así como se debe fomentar la educación también se debe impulsar la inversión privada para permitir mayores puestos laborales, leyes claras y un gobierno fuerte.
Yo estoy a gusto en este reino bendecido, amo al Perú, y nunca me iré de aquí, continuaré contribuyendo a que este país sea más grande, el destino de nuestra patria es glorioso, los oscuros tiempos ya pasaron, y para continuar esa senda de magnificencia las fuerzas políticas "racionales" deben unirse en contra de aquellos especímenes retrógradas que ya pululan por ahí, no debemos permitir que la brutalidad llegue al poder, la misión de los votantes es que el timón de esta nación continúe en manos de gente decente.
Por todo el reto que les espera a nuestros hijos y por nuestra gran nación digo ¡Viva el Perú!
La felicidad es una cosa muy personal, y quiero agradecer personalmente al Barón, que se animó a "postear" en mi humilde blog (ja ja ja)
(no tengo idea de quién es esa famosa Mona)
...y si Barón: Que Viva el Perú!!!
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